Francisco González, presidente del BBVA
De hecho, tanto Goldman Sachs como Nomura han advertido sobre las dificultades que atravesarán los bancos turcos, que “pagarán la factura de las políticas ‘macro’” y han recomendado no comprar sus acciones. El banco central de Turquía ha anunciado que a partir del segundo trimestre del año entrarán en vigor los nuevos requisitos de reservas de capital y ha advertido de que tomará medidas extra si es necesario.
Esto incrementará las presiones sobre los márgenes de los bancos, unas presiones que “podrían superar las expectativas del mercado”, tal y como señala Nomura en un informe en el que advierte de que “las últimas medidas regulatorias, y los nuevos cambios normativos que pueden seguir a estas si no se frena el crecimiento del crédito, castigarán directamente a los bancos, que verán reducidos sus beneficios”.
Nomura calcula que hay que recortar el beneficio por acción (EPS) de los bancos turcos en un 5% adicional este año (sumado al 12% estimado en un principio) y un 11% más en 2012. Y estima que los márgenes de intereses netos caerán entre un 3 y un 3,5%.
Por su parte, Goldman Sachs ha recomendado “comprar acciones de bancos fuera de Turquía”. Goldman ha rebajado sus estimaciones sobre los bancos del país ya que “el incremento de las reservas dañará sus beneficios”.
Otros expertos consultados destacan, por el contrario, que el impacto de las últimas medidas económicas tendrá un efecto neutral sobre los beneficios de Garanti y que, aunque se quiera frenar el crédito en el país, el límite al crecimiento del mismo es del 20%, lo que todavía deja un margen.
Fuentes del sector consultadas por Cotizalia comentan que, aunque es cierto que el entorno económico se ha deteriorado y que el déficit por cuenta corriente ha empeorado como consecuencia de la subida de los precios del petróleo, se trata de algo coyuntural y que no varía la historia de crecimiento a largo plazo del país. Una afirmación con la que coinciden en sus análisis Credit Suisse y HSBC, que recomiendan 'sobreponderar' en Turquía. Además, estas fuentes explican que a corto plazo la posible subida del rating al país hasta grado de inversión -se encuentra en revisión- puede actuar como catalizador positivo.
Turquía es un importante mercado emergente y registró un crecimiento económico superior al 9% en el último trimestre de 2010, por encima del 5,2% del tercer trimestre. En el conjunto del año pasado su PIB aumentó un 8,9%. BBVA quiere aprovechar el alto potencial de crecimiento que tiene este mercado -presenta una de las tasas de penetración financiera más bajas del mundo, ya que los créditos representan solo el 42% del PIB- y lo hará a través de Garanti.
Impacto para el BBVA
Ángel Cano, consejero delegado de BBVA
La semana pasada culminó la adquisición del 24,9% de la entidad por 4.200 millones. Lo que supone unas minusvalías de 700 millones, ya que el actual valor de mercado de la parte que posee BBVA es de 7.600 millones de liras turcas, es decir, unos 3.495 millones de euros. Las acciones Turkiye Garanti Bankasi han caído un 4% esta semana, un 11% desde que se anunciaron las medidas para la contracción del crédito y un 23% desde los máximos de noviembre.La noticia de la compra en noviembre del año pasado no sentó muy bien al mercado, ya que el precio que ofreció el banco español implicaba unos múltiplos de valoración muy exigentes (2,2 veces el valor contable y 10 veces los beneficios del banco turco), lo cual reduce la rentabilidad estimada de la inversión a un 11%-12%, muy cerca del coste de capital del grupo. Además, la compra de parte del banco turco le ha costado a BBVA una reducción de la ratio de capital básico de casi un 1 punto porcentual hasta el 8,6% ó el 8,8%, tal y como publicó hace unos días El Confidencial. Las compras de bancos o empresas reducen la ratio de capital al incrementar el denominador de este cociente (los activos ponderados por riesgo) si el numerador (los fondos propios) permanece constante.
Sin embargo, los responsables del banco han defendido en sus últimas intervenciones la oportunidad que representa Garanti. Francisco González, presidente de BBVA, dijo sobre esta adquisición que el “desarrollo tecnológico –de Garanti- sumado al potencial de Turquía hacen muy atractiva esta inversión”.
BBVA, a través de Garanti, tiene una inversión estratégica en el país a largo plazo en la que, como sucede en otros países emergentes, tiene un amplio margen de crecimiento por volumen y crédito. Aunque este crecimiento puede verse ralentizado por las intenciones del Gobierno y del banco central turco, que quieren enfriar la economía del país para que se ajuste al objetivo de crecimiento del 4,5% para este año y para ello se ha restringido el crédito, lo que puede ensombrecer la ‘oportunidad’ que ofrece, de entrada, este mercado.
Además, las políticas puestas en marcha por el Ejecutivo de Ankara para evitar la apreciación de la lira turca podrían dañar las exportaciones del país, que ya han sufrido una ralentización debido al débil crecimiento de Europa, un importante socio comercial del país, y podrían restar crecimiento.
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